martes, 16 de febrero de 2010

Bujerito

De pronto, así nomás, uno tranquilito caminando por la calle y como a las 8 cuadras te das cuenta que hace como 15 que la calle te va mordiendo los pies. Y uno pone su mejor cara de "ah chingá" para descubrir un bujerito en el pinche zapato... En esos momentos la sucesión del pensamiento va de la cartera al calendario y siempre falta un chingo para la quincena, ni pedo a acostumbrarse al dolorcito pues ni pal zapatero remendón alcanza... Uno busca maneras de torcerse el pie quesque pa sentirlo menos y seguir caminando con el hoyito jodedor hasta que llegue el sueldo, pues los otros zapatos están igual de jodidos. "¡Claro, por eso los dejé de usar! y hasta me encariñé con estos que antes no me gustaban".
Pero nel, llega la quincena y con ella los pagos, los gastos, la lechita pal bebé, los cigarros pal disfraz y otras pendejadas pa seguir viviendo otro ratito. Y los zapatos, ya cuatísimos del bújero se dejan seguir mordiendo por la calle pa que pruebe rico el sabor a calcetín y el bujerito se convierta en señor hoyo, y el señor hoyo en una señora grieta que de pronto, así nomás, se lo devora a uno...
Y ustedes... ¿Cómo llegaron aquí?