lunes, 30 de abril de 2012

Hoy Todo ha Salido Mal

Hoy vi al Amor elevarse desde el sur
y desplomarse a medio vuelo.

Vi casarse a un príncipe azul
y cambiarlo todo por un arreglo.

Por eso ante las puertas de mi hogar
he colgado este letrero:
"Hoy todo ha salido mal
entre bajo su propio riesgo".

Desde hoy Cupido no trabaja
porque al amor ha confundido,
él se dice enamorado,
pero no es correspondido.

Las sirenas ya no cantan,
ya no atraen a los marinos,
las estrellas ya no danzan
ni predicen los destinos.

Un muñeco de madera
aplastó a un tal Pepe Grillo
y hay un lobo indigesto
por tragarse a tres cochinos.

Vi quebrarse en la escalera
dos zapatos de cristal,
y algún gato esta molesto,
pues las botas le quedaron mal.

Había un niño preocupado
por vestido y por sustento,
no podía estar jugando
por las deudas que tenía,
había vendido su alegría
e hipotecó "Nunca Jamás",
quizás ya lo han adivinado:
Ha crecido Peter Pan.

Hay silencio en la voz de Scherezada,
pues de tajo le cortaron la cabeza.

Por las noches
ya no llora la llorona,
y quemaron a los Grimm
con su grimorium.

Hoy vi a un hombre regresar de las cruzadas
y llorar por el suicidio de su amada.

Penélope miró a los ojos de Odiseo
y concluyó:
"No, tú no eres quien yo espero".

Blanca Nieves abandona a los enanos,
pues Tontín se había tragado su manzana.

Rumpelstilzchen ese nombre había cambiado
y un gourmet se devoró al Príncipe-rana.

-¡Pero que lengua tan grande tienes!
Exclamó la Caperuza
-Es para besarte mejor.
Y le agarra la cintura el leñador.

Un conejo del D.F.
asalto a una tal Alicia,
mientras Gretel
se enfermaba de diabetes.

Ha callado Ole Cierraojos,
pues su hermano lleva Hjalmar a la grupa.

Y una vez que al viejo bosque hubo llegado
aquel beso que rompiera el triste hechizo
la durmiente aun entre sueños sólo ha dicho:
"Otros cinco minutitos, ¿no?".

Hoy las hadas no brillaron
y los duendes no traen suerte,
a un unicornio habían domado
y nombraron lo innombrable,
un dragón se hizo inflamable
y explotó en un suspiro
cuando el agua de sus ojos
aceptó que tenía frío.

Pero lo más triste de todo
fue al llegar con Rapunzel,
suspiré ante su ventana y le grité:
"¡Suelta tu trenza,
déjame entrar otra vez!"
pero en la tarde mi princesa
se había cortado el pelo...

Hoy todo ha salido mal
entre bajo su propio riesgo.

http://youtu.be/OuVYkXmSCoc