martes, 24 de marzo de 2009

Las Moroaventuras en eSeLePé

Así que nuestro héroe empacó a sus viejas y se juyeron a la tierra de la tuna y las cascadas, de la cajeta Coronado y los chocolates Constanzo, de los 7 barrios y blanquiazules consciencias, tierra que cuenta con orgullo el dudoso honor de haber sido capital del país cuando BomBerito Juárez era el preciso, pero un tal Maximiliano era emperador. Los Moronthia llegaron a San Luis Potosí, dejando su Nativitasqueridanuncatepodréolvidar. El Moro llegó feliz, putaperoquecontentoestaba, a vivir bajo el ala de su mamagallina, ahí fue recibido con lechita con chocolate, tés de manzana, televisión por cable y mimos de mamá.

Estuvo un ratito viviendo la vida loca del hijo bueno, pero huevón. Buscando chamba a ratos y comprendiendo porqué el estado con forma de perrito Ferrioni exporta hartos indocumentados a los Yunaites. Conoció al mismo tiempo a una banda aparentemente interesante que andaban moviendo chido el movimiento trover, se hacían llamar (para dolor del HACS) los Giralunos, llevaban a hombres grandilocuentes como Fernando Delgadillo, Alejandro Filio, Mexicanto, Alejandro Santiago, Juan José Lavaniegos, Gonzalo Ceja y otros nombresotes por el estilo. Baste poner de ejemplo que el Miau les ayudó en un tokín de Mexicanto y mientras la banda estaba chambiando con los boletos y controlando a la gente (ya ven que los fans de Felix/Filio se ponen bien locotes), al Moromiau le tocó la ardua labor de cuidar el camerino (la pura vida de chorostar), sólo descuidada por su intervención durante el telonéo. Para regodeo del Miauricio, una vez le llevaron a Paco Barrios el Mastuerzo y Juan Pablo Villa pa que alternaran y recordara un poquito sus raíces apestosas. Estos dulces muchachos, me refiero a los Giralunos, no vaya usté, querido lector, a creer que este teclero se referiría con tales adjetivos al Sr Don Maspuerco y compañía, después de este largo paréntesis sin paréntesis, continúo, decía yo: Estos dulces muchachos tenían incluso su propio programa radiofónico a través de RadioUniversidad y, por si fuera poco, invitaron al Morocco a participar de la cosa bonita de la locuteada y presunción de rolas y textetes, así como lo leen. ¡Hasta le dieron viada de poner unas cuantas rolas! viada que se terminó tras un par de canciones de esas que huelen medio feo de sus compas DeFectuosos y echarse un par de poemitas con palabras que invitan al coito en un horario familiar, no se fueran a manchar los sagrados alimentos del pueblo potosino.

Para el anecdotario queda que en aquel terruño tuvo un encuentro cercano con uno de los públicos más raros. Sucedió que se organizó un tokín medio clandestino en una casa adecuada para tal efecto donde se vendían cafecitos y hasta chelas a buen precio. La estrella del evento era Xua Lavaniegos y la primer disyuntiva fue ¿Quién chingaos va a abrir el concierto? Ante la negativa del talento de rebajarse a tal labor, el Moro dijo bien vergas: “Yo abro, somos viejos perdedores, no nos vamos a rajar.” Aunque los Giralunos trataron de disuadirlo, el eructó un orgulloso “Ni mergas, yo abro”. Así que su trepó al escenario con su mejor histrión, bueno, quizá no el mejor, pero sí de los más aplaudidos, aventó a su puta favorita, esa que se llama Hoy Todo Ha Salido Mal, con todo y palabreo previo. Pero nanais, ni sus mejores chistes le valieron un caluroso aplauso, el habitual coqueteo de una dama acompañada o la simple sonrisa de algún despistado que ha intentado ligar en el camión. El Marrakech se sintió como el famosísimo Johnny Petardo y se preguntaba si estaba prendido el micro. Se bajó sacadísimo de onda y dejó que cualquier enguitarrado se llevara los aplausos y las risas de los comensales. Aun así, al final del evento se le acercaron unos chamacos fansinerosos y le dijeron “Queremos un taller” El Mau les echó un par de escupitajos y se intentaba esconder. El poetoide les dió unas recomendaciones sobre poetas chingones e igual de desconocidos, pero estos imberbes postpúberes obstinados le insistían harto y lo convencieron chela en mano de darles un tallercete a estos fans, sí señor ¡eran fans! (se cuenta que uno de ellos estuvo intentando conseguir un aretito puñalón igual al que al Morocco le cuelga de la oreja, fíjatefíjatefíjate).

El Moromiau juntaba a sus padawans una vez por semana para departir alrededor de la palabrota y el albur. Los dejó acercarse despacito y compartir su vida, sus chelas, con el insano propósito de matarlos. Y lo hizo. Fiel a sus principios, mató a sus fans, sólo fue cosa que mostrarse tal cual y renegar de las adoraciones, para que sus padawans paulatinamente lo mandaran a la reverga a sacarle lechita pa dormir. Quizá se quedaron decepcionados al descubrir que su blablablero favorito cagaba sentado. Además de que el Mau les despedorraba y reprobaba todas las tareas. Se dice que estos chamacos quedaron tan impresionados que decidieron continuar con sus limpias vidas de abogangsters e ingeniebrios, olvidando todo aquello que supiera a roñoso.

Pero no todo era choro y chacota, llegó el momento en que el buen Mauricio debía sacudirse la polilla y conseguir una chamba decente de esas que dejan dinero y quitan pesadillas. Así llegó a una imprenta que necesitaba un guillotinista y el Mau necesitaba trabajo. Ambos debían estar muy urgidos, pues aunque la experiencia en guillotina del dueño de este blog se limitaba a un cutter y una hoja de papel, le dieron la chamba. Dicen los que saben que este acercamiento era natural, pues la sangre llama y en el linaje del palabrero existen manos ligadas a la imprenta y las artes gráficas, pero como eso da un poco de hueva, nos brincaremos esa parte, la dejaremos en stand by hasta que a este tecleador le de la gana escribir en primera persona sobre esos acontecimientos y las naturales reflexiones sobre la clase obrera y la lucha social. Sólo anotaremos que ese trabajo le gustaba, ya que lo hizo conocer el rollo de la haceduría de libros desde el lado físico. Además, su acervo bibliotecario se vio engordado gracias a que el Miau era el encargado de desmadrar esos libros que en la última hoja se cuentan como “sobrantes para reposición”. Antes de ejecutarlos, prefería… digamos “salvarlos”. Cultura gratis y pa él y pa sus cuates.

La nueva chamba le quitó el chance de continuar asistiendo al programa de Radio y durante su estancia potosina Los Giralunos entraron en una especie de sopor cultural y dejaron de importar talentos y organizar tokines. Ya luego perdieron el programa por hacer sonar El Fusil de Oro de Mauricio Díaz el Hueso (y les daba miedo poner a los roñosos).

Sin padawans, sin giralunos, sin perro que le ladrara. El Mau se quedó sin cuates nuevos y sin quien chelear cada finde. Hasta que un día un tal Jacko Loustanau lo vio vagando por las calles del centro en su traje de vagabundo y descontándose a un mimo que nomás no tenía gracia. Resultó que el tal Loustanau tenía apostadas todas sus canicas en el cine y, tras leer unos textitos del Moromiau, lo invitó a un taller de guiones con una banda de cinéfagos creativos y empeñados en armarla en eso de las fotos que se mueven.

Estuvieron chambeando chido y cheleando aun mejor, trabando amistad con trago y opinión divergente. Creación literaria desde el rey de las artes (dice el Rot: El futbol es al deporte, lo que el cine a las artes: ahí está el varo). Pero, apenas estaba entrándole de lleno a eso del guión cuando le vino la vuelta de tuerca que necesitaba…

La estancia de los Moronthia en SLP tenía los días contados y apenitas tuvieron el chance de abandonar Pueblochicoinfiernogrande, cogieron el primer camión y se volvieron a su DeFecal queridísimo, felices de contentos y sin avisarle a naiden. 

El saldo de su fuga geográfica es raro: El mundillo de la trova y los escenarios, fue difícil, el público potosino parecía no entender el rollo de la poesía en voz alta (y el Patraka fue a sufrirlo y a constatarlo en persona). Cuando el Miau llegaba a vender un diskito, en los escasos palomazos, la gente que solía comprarlo era de fuera, de Monterrey, de Guadalajara, del mismísmo DF, pero muy pocas veces eran potosinos. Los potosinos son raros, niegan hasta el saludo en la calle y son ojetes traicioneros, opinión respaldada incluso por potosinos de linaje como sus padawans y algunos cinéfagos. Cosa curiosa, los que tienen la capacidad de aceptarlo y repetirlo, son nacidos en otros lados, fuera de la ciudad o del estado, o gente que, por un motivo u otro, han radicado fuera del estado o el país. Como si conocer otros laredos les abriera el punto de vista… bueno, eso es obvio. Suelen creer que el chilango es lacra y rata, que todos hablan como tepiteños y le van al América. Le tienen miedo al DeFe porque todas las noticias que llegan son de inseguridad, pero el Moroquendi conoció al miedo a morir en SanHuicho, miedo a morir por una bala perdida, por un fuego cruzado, por pasear en el centro, por pagar en Telmex, por ser daño colateral de los Zs y la guerrita del gobierno Fecal. La gente en provincia se mueve en cámara lenta, no es culpa de la provincia, es que el defeño vive con prisa y tráfico. Los potosinos no saben manejar, nomás llueve tantito, y a los 5 minutos se oye la ambulancia. Cuando llueve es un caos, las calles se convierten en ríos y los coches lo sufren, ya no digamos el peatón. Una vez, el Moro trabajó descalzo pues sus tenicitos estaban empapados del puro trayecto, había olvidado sus chanclas y su traje de baño de leopardo. Otra vez vio morir a un pez en plena calle, para los que no son muy duchos en geografía, les aclaro que no hay playas potosinas. Los policías son menos ojetes pero dan igual de miedo, una vez lo pararon para revisión de rutina y por su cara de malandro, el Miau ya se imaginaba entambadito, pero nel, no pasó nada, sólo lo revisaron. SanWichito de Tuna no es un pueblo bicicletero, le apuestan a la industria y tiene una de las entradas más chingonas a su ciudá ¡hasta parece ciudá! El PAN apesta.

domingo, 15 de marzo de 2009

Nochectario

Nochectario by miauricio

Nos mora el cielo endianado
y los nochectos grillan
sus patarritas.

Vámonos al dormiguero
para orugarnos en el mantullo
de tu camantis.

Lluéveme de libésulos,
salpícame tus cariposias,
cocúllame con tus risiérnagas
hasta que gusueñes
sin lagrimoscas,
con una sonrispa
en tu bocatarina.

Yo te espantaré los malquitos
mientras trabejo garabañando
estos escaraversos
antes de que llegue el sol nochecticida.

Nochectario.jpg

La imagen es la ilustración ke Alex hizo para acompañar al Nochectario en la antología http://poesiacero. Aun no se si me gusta, pero ahí se las dejo.
Les dejo también una crítica que hicieron en la UACM del mismito poemito:

Del Nochectario
Hace algunos días, mientras vagaba en las obras literarias que habitan en mi recámara, me encontré con el libro Poesíacero, recién publicado por la editorial Generación Espontánea. Lo primero que me atrajo fue la portada en colores blanco y negro, con una imagen de un árbol y un cero al centro; me pareció una idea original, así que me interesé por averiguar de qué se trataba. Encontré un poema que me gustó, se titula Nochectario, se trata de un juego de palabras, llamado jitanjáfora. El ritmo y la brevedad en los versos se convirtieron en un desafío por conocer qué había detrás de ese poema, pues es sabido que la poesía lúdica es una forma eficaz de aprender literatura.
Del autor se sabe que nació en México a finales de los setentas y que se fue forjando en el ambiente Underground de la capital. En el libro Poesíacero viene su pequeña biografía, que es también una de las biografías más lúdicas que he leído. No me quedé con esa breve semblanza de la antología y busqué en la red hasta encontrar sus datos en el blog del autor. Mauricio Jiménez cuenta con cinco libros: ¿Cómo Contarte? y Otras Cosas que me he Callado (2001), Templo (2002), Los Hijos del Coronel y Otros Cruentos (2003), ¿Kieres un Karamelo? (2004), De la Nereida y Demás Turbaciones (2005); todos están publicados en La Tortillería Editorial, en donde uno puede subir sus poemas o cuentos y consta con un software el cual produce la formación del libro, sólo bastaría imprimirlo en cualquier impresora. Además de indagar sobre quién es el autor de Nochectario encontré un Libro CD, con poemas musicalizados de Mauricio Jiménez. Al parecer, su aparición en http://poesíacero es su debut en medios no tan subterráneos.
Ahora bien, Nochectario es un poema que consta de diecisiete versos, distribuidos en cuatro estrofas, y está construido a base de diecinueve Jitanjáforas. Quien inventó esta forma de escritura fue Alfonso Reyes, quien explica que estas son creaciones que no se dirigen a la razón, sino a la sensación y a la fantasía. Veamos el poema:
Nos mora el cielo endianado/ y los nochectos grillan/ sus patarritas.// Vámonos al dormiguero/ para orugarnos en el mantullo/de tu camantis.// Lluéveme de libésulos,/ salpícame tus cariposias,/ cocúllame con tus risiérnagas/ hasta que gusueñes/ sin lagrimoscas,/ con una sonrispa /en tu bocatarina.//Yo te espantaré los malquitos/mientras trabejo garabañando/estos escaraversos/ antes de que llegue el sol nochecticida.
Para entender de qué trata Nochectario, me di a la tarea de desarmar las jitanjáforas. He aquí algunos ejemplos:
nochectos = noche + insectos / libésulos = besos + libélulas / risiérnagas = risas + luciérnagas / bocatarina = boca + catarina / gusueñes = gusanos + sueños / lagrimoscas = lagrimas + moscas / sonrispa = sonrisa + avispa / dormiguero = dormir + hormiguero / mantullo = manto + capullo / camantis = cama + mantis / malquito = mal + mosquitos / garabañando = garabato + arañando / escaraversos = escarabajos + versos / nochecticida = noche + insecticida

Con estas Jitanjáforas es suficiente para saber que se trata de un poema de amor en un universo de insectos, porque el campo semántico nos remite a dicha interpretación. Comienza hablando de cómo es el cielo y qué lo rodea. En la segunda estrofa, hace una invitación a explorar el dormiguero, o quizás a estar juntos como orugas en el manto de una cama. En la tercera estrofa hay un “yo” que se remite a un “tú”, que pide que se concentren en el amor con muestras de afecto al estilo insectívoro. En la última estrofa, el narrador se anuncia como aquél que hace versos para quitarle el dolor a la persona amada.

La jitanjáfora de este autor nos permite descubrir la sencillez con la que se puede crear un poema, muchos escritores han utilizado este tipo de poesía lúdica, porque es una forma divertida e interesante de crear palabras. Altazor, de Vicente Huidobro es una de las obras más representativas en jitanjáforas, así como el poema
Pena Bienhallada, de Miguel Hernández que habla de la ojinegra oliva, la boquitierna tórtola y la dulciamarga luz.

Las jitanjáforas son una forma común de escribir poemas, y quizás también una de las herramientas literarias más interesantes que existen. Sin embargo, es necesario que este juego de palabras sea empleado con eficacia. El lector puede caer en una especie de insomnio si no sabe qué quiso expresar el autor. Me parece que Nochectario está bien construido, pues a pesar de ser un poema sencillo, cuenta con los elementos que se requieren para ser considerados como un juego de palabras con características lúdicas.

La aportación del poema Nochectario es de interés porque además de que el autor nos muestra su destreza en juegos de palabras, también aporta algunas estrategias literarias, como por ejemplo, la descripción y la narración; hay un inicio in media res, un conflicto representado por un deseo de poseer, y un manejo de voces narrativas.

Es sabido que cuando se emplean las figuras retóricas, de manera audaz, el sentido es práctico, los resultados son mejores y no es necesario pensar en lo que habrá de fondo. La riqueza de estos juegos, radica en lo que habrá de generarse de manera espontánea y candorosa. Probablemente Mauricio Jiménez no tenía en mente proponer un poema con características específicas, salvo en el caso de las Jitanjáforas.

Lo que en verdad es atractivo en el poema
Nochectario, es que la sencillez del poema no depende de la cantidad de versos y del gran y aparatoso manejo de la lengua. El poema está cargado de significado por los neologismos que emplea el autor, haciéndolo interesante, a la vez de que uno se siente comprometido en el juego de descifrar cada palabra nueva. Tiene ritmo y sentido, y para ello no fue necesario proponer una cantidad enorme de palabras, sino simplemente reunir las adecuadas y tomar partido como en un juego de cartas para ver donde quedaba mejor cada idea.
-Fátima Gamboa.

mantiziD001.jpg
Esta imagen es un alebrije que hizo mi amigo el Alebrijero, lo encontré buceando en una de sus páginas y me gustó para colgarla en el nochectario para atiborrar más este atiborrado post, sirve ke me doy mi lugar y hablo del mismo.
Me resultaron simpáticas algunas de las interpretaciones de Fátima, no es mala leche, es falta de contexto, como anota Corvan en los comentarios, pues se trata de un texto para mandar a dormir a mi IJ. Desde hace mucho no me importa lo ke le kieran colgar a mis TxTTs, de hecho, me fascina que los demás les encuentre otras lecturas.
Sin embargo, desde el principio están las pistas:
Nos mora el cielo endianado. Mora, de habitar y de Moro, morisco, Mauricio. Diana, nombre romano de la diosa lunar y nombre propio de una La Diampira. No hay gran ciencia, sólo basta conocerme un poquito.