viernes, 16 de noviembre de 2007

La Neta del Unicornio (II)

(Originalmete publicado en Piroglosa para Trovadictos.com el 1 de Diciembre del 2003).

En el capítulo anterior nos enteramos de las sospechas y primeras entrevistas de nuestro investigador, Jorrick, el Investigante, para desentrañar el misterio del tal Unicornio...

(...)

Este nuevo avistamiento nos dio nuevos bríos y con la ayuda de Luis Fernando dimos con un nuevo informante al que llamaremos (por razones de seguridad): Luis E. A., no, mejor lo llamaremos: L. E. Aute.
Nuestro informante se encontraba en España y hasta allá viajamos para establecer contacto con él. Una corta entrevista con este individuo nos dejó grandes avances como se aprecia en la cinta que contiene este diálogo:

(música de fondo)
L.E.A: Revisa la entretela del duelo en Las Ventas.
J.N: ¿Cuáles ventas?
L.E.A: El sitio de la tauromaquia.
J.N: ¿Tauro qué?
L.E.A: Corridas de Toros, hombre.
J.N: ¿Corridas de Toros-hombre? ¿Quieres decir semen de Minotauro?
L.E.A: Olvídalo, pero pon atención en esto: En Madrid, en la plaza de toros Las Ventas se libró un duelo a guitarrazos entre un isleño y un peninsular, revisa los adornos de la grabación.
J.N: ¿Qué clase de seres tan aberrantes destrozan guitarras para demostrar superioridad? Eso es no tener respeto por el Canto Nuevo...

Voz Metálica: ...y ahora con ustedes: Verónika en la pista 1...
(silbidos)
Voz de varón 1: ¡Gora Verónika!
Voz de varón 2: ¡Pero gora de mí!
J.N: ¡Pelos, quiero ver pelos!
Voz de varón 3: ¡Sí, mucha ropa!
Voz de mujer: ¡No los oigas, mi amor, son unas bestias!
J.N: ¡Sí, yo soy medio burro!
(a partir de este momento el ruido de la música y diversos gritos y chiflidos predominan por unos 3 minutos, hasta que al fin Jorrick, el duro, continúa)
J.N: ¡Mamita! Estaba rebuena ¿no?... ¡Contestaaaa!... Ya no está grabando... 'Ta bien... Pero, antes que salga la otra, dime dónde puedo conseguir esa grabación que dices del duelo.
L.E.A: ¿Nunca has oído del disco Mano a Mano?
J.N: Lo tengo en pirata, ¿y eso qué?
L.E.A: Consigue el disco original y al final del encarte hallarás una pista.
J.N: ¡Ay, no chingues¡ Si quieres lo compro, pero ya dime que dice.
L.E.A: Está bien... Mi hijo Pablo Eduardo me hablaba mucho de Albanta y al parecer en ese país vieron un Unicornio Azul paciendo tranquilamente. En la solapa del disco viene esa información.
J.N: Excelente...

Voz metálica: ...y ahora en la pista...
(la grabación se interrumpe abruptamente y se escucha en el KCT la voz de Fernando Delgadillo, Jorrick, el mártir, había sacrificado su copia de La Canción Informal, una de las cintas perdidas del cantautor mexicano).

La investigación nos remontó al lejano país de Albanta y ahí hicimos el gran descubrimiento: Un unicornio azul.
Era evidente para nosotros que el unicornio había estado paciendo tranquilamente en Albanta y que la riqueza del país había colaborado con la estampa del animal; revisamos el retrato hablado de un ejemplar digno de su raza: una curiosa mezcla de equino y cervatillo con pelaje tornazul y un cuerno adamantino coronando su testa erguida, el rostro adornado por una especie de piocha y las crines levantadas por el aire mientras galopaba sin dar tregua a sus incansables pezuñas plateadas... Pero lo que hallamos en el mítico país fue una especie de percherón obeso mezclado con gordaverdulera, echado cual putadelamechesinchamba, rumiando cuanta hierba se le atravesaba y dejando salir algunas matitas verdes por la comisuras del hediondocico; en la cabeza de la bestiabienutrida había una maraña de pelos dignos de un vagabundorastafari y sobre los treadlocks se levantaba un cuerno torcido y tumefacto. A pesar del inconfundible color entreazulmarinoymoradotubercoloso, nos negábamos a aceptar que ese animaldecarnesgruesas había sido el objeto de nuestra imparable búsqueda, así que preguntamos a cuanto peatón hallábamos sobre el unicornio y todos los índices de los consultados giraban hacia la misma dirección... El unicornio perdido no era otro sino la animalbiencebado con cuerpo de judicialpulquero que ahora dormitaba en un claro pardo, color sin duda adquirido por las plantas como reacción de la clorofila ante los gases naturales que emanaban de la infectabestia...
El paso siguiente fue convencer al animal de regresar con nosotros, así que establecimos una mesa de negociaciones donde Jorrick, el diplomático, hizo gala de sus habilidad financiera y constató la verborrea tepiteña propia del animal.
Finalmente, tras setecientasypico palabralbureras, el unicornio accedió volver con Juan Camaney a cambio de 1,235,156 zanahorias, 1,549, 259 cebollas, 2,136,429 papas y un camote (resulta que estos tubérculos no se dan en Albanta y solían ser los alimentos favoritos de la bestia).

Pero no todo estaba concluido, lo más difícil fue salir de Albanta con el unicornio, pues las autoridades aduanales nos impedían salir. Quizás jamás sabremos si era porqué nos llevábamos el unicornio o por la gran variedad de plantalcaloides que Jorrick, el fitófilo, pretendía sacar del país. Entonces tuvimos que forrar al unicornio con toda la variedad yerbas y flores que nuestro héroe quería llevarse. Atravesamos por fin la frontera disfrazando al unicornio con las yerbas y argumentando que se trataba de un jardín ambulante que la abuela de Jorrick, el buenieto, había cuidado durante sus últimos años y que sobre aquellas plantas estaban esparcidas sus cenizas, sin embargo ahora nos la queríamos llevar para enterrarla en el Panteón Francés para que reposara cerca de La Doña, pues la viejecita admiraba vehementemente a la María.
Con la perorata logramos aturdir a las autoridades y escapamos impunemente de Albanta...

Ya en nuestras oficinas, intentamos limpiar al contrabandeado unicornio, pero al color entreazulmarinoymoradotubercoloso se le había sumado un verdecannabis que no se le quitó ni con aguarrás.

Lo siguiente era hallar al dueño original del unicornio, así nos enteramos que Juan il Castrato Camaney había migrado hacía Uruguay con un circo de fenómenos [él es el hombre que se convierte en animal (porqué nomás se hace buey)]. Intentamos volar a Uruguay, pero erramos el destino y terminamos en Paraguay, luego reanudamos en viaje con el sabor a conspiración nos amargaba los cacahuates rancios que nos dio la aeromoza. Sospechamos que el error no era tal y que se trataba de un intento desesperado por alejarnos de terminar nuestra misión, pues la búsqueda de la neta siempre trae consecuencias que se deben afrontar...

Llegamos por fin al Uruguay y descubrimos que Juanito que se había casado con la Mujeraraña (una negra que enviudó misteriosamente al conocer a Juanito) y engendrado con ella a 7 enanosiameses (en realidad no preguntamos como, pero intuimos que el unicornio azul no sería el único cornudo en esa casa).
Para la parte final de nuestra tarea quisimos tomar las debidas precauciones y convocamos varias personalidades para que atestiguaran la entrega y sirvieran como lazo a la opinión pública para proteger la encomienda. Pero Horacio Quiroga se suicidó en 1937; Mario Benedetti y Eduardo Galeano estaban en un mitin apoyando a Juan Gelman; los integrantes de Les Luthiers estaban de gira y no encontramos a ninguno; tan sólo Leo Masliah nos escoltó en nuestra última embajada.
De hecho, el cantautor uruguayo escribió una canción que refleja claramente lo sucedido en la emotiva entrega. Así quedó grabada indeleblemente en la discografía de Leo la recuperación del unicornio.
A continuación reproducimos la letra de la canción del uruguayo:

La Recuperación del Unicornio

Mi unicornio azul,
por fin te encontré
¿Por dónde andabas?
¿Con quién estabas
y qué hacías allí?

Mi unicornio azul,
por fin te encontré.
Tuve que pagar
mucho dinero
para averiguar
tu paradero

Mi unicornio azul,
por fin te encontré.
Las flores que dejaste
no me decían
por donde te rajaste
ni si algún día
por ellas volverías
a mi casa, desagradecido,
te fuiste sin decir
si vendrías a cenar.

Mi unicornio azul,
por fin te encontré.
¿Qué te hago de comer?
¿Querés café?
Contame cómo te fue
¿Por dónde andabas?
¿Con quién estabas
y qué hacías con él?
¿Por qué no estabas aquí?
¿Con quién andabas allí?
Yo te esperaba aquí,
pedazo de hipopótamo pintado
con un cuerno regalado
que de lejos se te ve,
por eso al fin
te encontré en mi catalejo,
te veo de lejos
y yo perplejo
te veía el entrecejo
oscurecido por la sombra
de tu cuerno desparejo.

Mi unicornio azul,
por fin te encontré.
Algunos se preguntan
por qué sos azul
y otros se preguntan
por qué siendo azul
sos un unicornio.

Mi unicornio azul,
no sé que hacer contigo.
Si ponerte en penitencia
o de pronto
marcarte en el carnet
una inasistencia.

Mi unicornio azul,
por fin te encontré.
Sólo que no comprendo
porqué estás verde.

Mi unicornio azul,
por fin te encontré.
No me dijiste
a dónde fuiste,
podría torturarte
para obligarte
a confesarte,
pero no,
porqué yo no estoy de acuerdo
con la tortura.

Mi unicornio azul,
por fin te encontré.
Ahora tengo algo
para mostrarles a mis amigas:
mi unicornio azul.
Ahora mis amigos
ya no pueden decir
que soy un mentiroso,
los voy a llamar
y les voy a decir
que vengan a mirar
como era cierto
que en el fondo de mi casa
hay un unicornio azul
(que sos vos)
mi unicornio marrón,
mi unicornio gris,
mi unicornio carbón,
amarillo, cuervo,
turquesa, lila, verdeluz.

-Leo Masliah.

Así terminó nuestro trabajo y nos volvimos a nuestra oficina.
Ahí me quité la gabardina y el sombrero desabroché mi camisa y boté los zapatos. Subí los pies al escritorio y al ver mis calcetines me dio por remendarlos, pero antes me serví un vaso de escocés en las rocas y encendí uno de los habanos que traje desde Cuba. Encendí mi PC y mientras bajaba pornografía me puse a escribir La Neta del Unicornio...

(.) <-punto final

Unicornícamente
Jorrick Elnegro

P.S: Si con esto no botan al Morocco de Trovadictos ha de ser porqué la Mariposa o el E. está enamorade de él... o porqué de plano les late mucho lo que creen que él escribe... o bien puede ser porqué son parte de la misma conspiración... Creo que a partir de ahora redoblaré mis precauciones...

1 comentario:

Pinolillo dijo...

Horiacio se suicidó. :D