martes, 22 de enero de 2008

Welcome to La Chingada


(Welcome to La Chingada
donde todos estamos jodidos,
donde se hace pendejo el ojo
bizco del Señor.)

Domicilio del malpeinado,
del que talonea en los camiones
para comer mal y dormir tranquilos,
los que llenamos nuestros libreros
con libros robados del metro
o de cualquier difunto.

Donde un día de bodas
es día de luto con peda gratis
y baile con las primas de la novia.
Donde vamos a funerales
para aprender chistes nuevos
y chismes del muertito.

De aquí somos los apestosos,
los que desayunamos caguama
en lugar de corn flakes,
los que escupimos desde el balcón,
los que orinamos en los jardines
para que crezcan bien chulas tus flores
y llevamos serenatas sólo a mujeres casadas.

Bienaventurado el que huele a sexo
porque suyo es el Reino de las Pieles.

Colegio del vago profesional,
los que escupimos poemas en la calle,
los que ladramos rolitas de Cri-crí,
los que eructamos la Historia
en versitos de Chava Flores
y predicamos el evangelio
según San José Cruz.

Donde le pedimos milagritos a San José Alfredo Rey
y le prendemos veladoras a San Rockdrigo
martir del temblor.

Welcome to la Chingada
donde nos comemos las ofrendas
antes del día de muertos
y el 2 de octubre nos olvidó.

Welcome to la Chingasa
patria del indigente,
del malparido, del mal marido,
del jueputa y las cabronas.

Welcome to La Chingada,
la cañería del nopal,
(donde todos estamos jodidos)
del águila y la serpiente.
(donde se hace pendejo el ojo
bizco del Señor.)

¡Welcome to La Chingada!

Welcome to La Chingada.jpg

2 comentarios:

eNedicto XVI dijo...

BUENA IMAGEN, EL TEXTO DEJA QUE DEASEAR POR QUE AUN CUANDO ES BUENO Y TE DIVIERTE ENLAZAS LA SITUACIÓN DE LA POBREZA CON LA SITUACIÓN DE SER WEBON, NO DIGO QUE ESTÉ MAL, INCLUSO PUDO ESA SER TU INTENCIÓN, PERO NO SENTÍ MARCADA DICHA INTENCIÓN, O INCLUSO LA SENTÍ COMO UNA CONTINUACIÓN MEDIANA DE ERMITAÑOS DEL HACS...

EN FIN, ME QUEDO CON LA IMAGEN...

Nicanor Arenas Bermejo, palabrista dijo...

Aunque no puedo decirme ciudadano ejemplar de La Chingada (confieso un desapego hacia ciertas obligaciones como orinar las plantitas para que crezcan bonitas las flores), declaro mi solidaridad incondicional a los compatriotas que se la parten a diario, en los cruceros o en el metro, en los velorios y en las bodas, que vienen a ser casi lo mismo.

Por cierto, ironías, de las que sólo suceden en este rancho de La Chingada: dicen que Rockdrigo murió, sí, de un pasón de cemento.

Saludos desde la hoguera