lunes, 17 de noviembre de 2008

Pequeño Cíclope Guiñol

Mientras dormía
tu lengua intentó despertar
al cíclope enano
bajo mi pubis.

Pero nuestro sueño era profundo,
así que te chupaste un dedo
para hurgar en mis profundidades.

Funcionó,
tu dedo me dio vida
como si yo fuera tu guiñol.

Violado y gozoso,
chupaste mi rencor
que se fue con el llanto del cíclope
hasta el fondo de tu boca.

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