jueves, 14 de febrero de 2008

Marcapasos

Desnudó el amor después de la menopausia
y ya no era el mismo cuerpo.
Lo descubrió 35 años más viejo,
viudo de ilusiones,
con nietos en la foto familiar
y un par de cirugías en el corazón.

Pero era el mismo amor.

Detrás de las patas de gallo
estaban los mismos ojos,
en medio de las arrugas,
la misma cosquilla en los labios
y debajo de todos los años
estaban las mismas canciones,
las fotos, los recuerdos
y las mismas ganas de hacerle un huequito
al tiempo
y a la piel.

Le arrebató los kilos de más
en un beso sin aviso
y se les tiñeron las canas,
se les desmoronaron los años
para desempolvar una noche sin estrenar
a principios de los 70
con estrellas medio siglo más cansadas.

Encontró la fuente de la juventud
y se quitó la dentadura para saborearla
hasta convertirse en un adolescente loco,
impulsivo
con un marcapasos inservible en el pecho.

La Mamá Adolescente

1 comentario:

hilci dijo...

Gracias por hacerme ver la vida de manera diferente éste y lágrimas de sangre son los mejores regalos que he recibido en vida