jueves, 8 de mayo de 2008

¿Qué Haces Allá Arriba?

¿Qué haces allá arriba,
niña, te vas a matar!


¿Qué más podía pensar
al ver a la angelical criatura
izada en un extremo
de la estructura tubular?

¡Baja inmediatamente
ese no es lugar para ti!


Pequeña, puedes lastimarte,
rasparás tus rodillas.
¿Quién limpiará tu sangre?
¿Quién curará tus heridas?
Pero lo más importante:
¿quién besará tus mejillas
cuando rompas en llanto
sin madre y sin caricias?

¡Pero, bájate pronto,
tú no eres una bandera,
entiende que no es tu lugar!


¿Dónde están tus muñecas?
¿Qué has hecho de tizas y tejas?
¿Qué clase de juego es ese?

Ese no es sitio de niñas bonitas;
y tú, mi niña, eres muy bonita.

Cuando yo era pequeño
adoraba esos juegos tubulares
donde los niños colgados
jugábamos como changos.

A veces me quedaba parado
intentando mirar
con morbo infantil
los calzones de las niñas.

¡Por favor, bájate pronto!

Se que no me escuchó,
era mucho el ruido alrededor,
pero comenzó a descender
de aquella estructura vertical
haciendo gala de equilibrio
y el dominio de sus piernas.
Descendió trazando en el aire
una perfecta espiral.

Yo la miraba asombrado
cuando al llegar al suelo,
con un guiño y una sonrisa,
me arrojó su mojada tanga;
y moviendo las nalgas
caminó desnuda
hasta el centro de la pista,
donde continuó bailando.





Está basado en una historia real.
Estábamos el Neftalí, Andreu, Casarín y YoMero Simpson pensando cómo celebrar el 15 de septiembre y decidimos hacer algo ke no habíamos hecho nunca juntos... después de meditar si nos íbamos a misa o a un partido de futbol, decidimos irnos a un teibol.
Casarín invitó con dinero mal... bueno, quienes conocen a Jorge ya saben de sus métodos para conseguir dinero.
El caso es que entre los gritotes característicos de un pelódromo salió una nena con carita de chamaca de 15 y pechos de chamaca de 15, pero un culo como para echarse una jetita (después del palomazo, claro)

Obviamente ni me acongojé ni sufrí, yo estaba viendo chiches, nalgas, tangas y disfrutando sanamente de la tertulia; pero después se me hizo chido el experimento de jugar con la onda de la estructura tubular y recordar las changueras donde jugaba con mis primates y carnales de sangrita afuera de casa de mi abuela.

Por cierto, ese día el Nafta se puso tremendo tapón de Ron Caswey que perdió el celular y un boletito para un privado.¡Ah, pero eso sí, se chingó el pantalón sangrado del chocho de una teibolera... todos recordamos con un poquito de asco cuando el animalón regresó de su private chupándose los dedulces.

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