Helado,
el hado,
domina lado a lado
la nada de Adán
que nada desnudo
sin dudas,
sin dados
sin dedos
Sin Dios
sin adiós,
sin odios,
sin oídos
su sino asesino
hace sí,
hace no.
Hace aserrín la sierra
en la madera dura
del madero duradero
de Sanjuán
en el zaguán
que se cierra
en la sierra,
en la selva
y en el bosque.
Vos que sabes,
que besas con tu voz
que sabe a savia,
a sabia saliva
que libo lascivo
de tus labios
de Venus de vientre viviente,
de Venus de mi locura
que lo cura todo
donde evoca un huevo.
Ad ovo
un óvulo de Eva
evoluciona,
su vientre se inflama
en una flama
mal llamada llama,
la llamarada de la llama
se llama Diana
de día y de noche.
Di anochecer
y de noche serás sirena
que nada desnuda
como Adán,
como Eva
de valiente vientre
que suda,
que sube,
que sabe
que tu vientre
se vierte en maná,
te convierte en mamá
como matrushka con vida.
Nos conviene converger
como río viejo
que corre lejos,
como conejo alejándose
de pendejadas,
dejando miedos comunes
a la mitad de la edad media
que media sin medida,
que no me da
la miel de leche
de tus pechos firmes
que alimentan la mente
del firmamento enfermo
mientras afirmo helado
que un hada preñada confirma:
"Hay hadas entre las hadas".
Debe haber sido hace como 5 años... Recuerdo que llegó un compa, Eduardo Morales, con una de las frases más bellas que jamás podrá volver a hacer: "Hay hadas entrelazadas". Acuñó la frase pensando en mi embarazo y me pareció tan hermosa que, antes de que la echara a perder metiéndola en un cuento de elfos y espadas que aquel solía escribir, escribí Entrelazadas.
2 comentarios:
Me encanta este poema, ya sabes. Y la foto tmb está chingona. Sólo tengo una propuesta pa´ tu blog. ¡Ponle una cajita desas que yo tengo para recadito express!
te quiero harto, besos a tus féminas. a ti no.
IZ
Este poema tiene ritmo propio, el juego de palabras, de letras, de sonidos, todo encaja perfectamente y le añade eso que es tan difícil de lograr en un poema,... el ritmo que lo hará interesante.
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